Habitar: Tajín 417
Ubicación: Ciudad de México
Año: 2018
Superficie construida: 1,859.68 m2
Desarrollo: GDEMAR, Cometrue, Jaime Miranda
Equipo: Carlos Hernández, Adán Cortés; Dalia Ramírez
Fotografía: Apertura Arquitectónica
Habitar: Tajín 417 - La Experiencia Espacial y Humana
El Concepto de Habitar como Filosofía Arquitectónica
Habitar no es solo estar en un lugar: es tejer vínculos invisibles con lo que nos rodea. Además, es dejar que el espacio nos hable y, a la vez, responder con nuestra forma de vivir. Por tanto, diseñar para habitar es imaginar un encuentro entre cuerpo y entorno, entre deseo y materia.
Génesis del proyecto Habitar: Tajín 417
En un rincón tranquilo de la ciudad, este proyecto nació bajo la premisa de volver íntima la experiencia cotidiana. El terreno, con su geometría singular, invitaba a mirar más allá de los límites convencionales. Asimismo, permitía descubrir la belleza escondida en lo que otros verían como restricción.
Así, se concibieron interiores que no solo se habitan, sino que se sienten, se respiran, se viven. Este enfoque define la esencia de Habitar: Tajín 417 como un proyecto único y transformador.
Integración natural en el diseño, la vegetación como elemento arquitectónico
La naturaleza fue llamada a formar parte del relato arquitectónico. Específicamente, vegetación que se asoma entre celosías, luz que danza entre sombras. También, aire que circula como pensamiento en libertad dentro de Habitar: Tajín 417.
Lo natural se volvió parte esencial de la arquitectura. No como adorno, sino como alma del espacio habitado.
Conexión interior-exterior
Cada hogar es un umbral hacia lo exterior. Además, funciona como una extensión del cielo a través de patios y terrazas. Lugares para contemplar, para detenerse, para construir una rutina tejida de sol, viento y silencio.
En cada rincón se rompe el encierro y florece la conexión con lo esencial. Consecuentemente, los habitantes experimentan una sensación de libertad constante.
Recorridos y experiencias espaciales, narrativa arquitectónica
Los recorridos internos no solo conducen, también narran historias únicas. Cambian la percepción, revelan lo inesperado. Además, juegan con la idea de hogar como descubrimiento constante dentro de este proyecto habitacional.
El aire varía en altura, el espacio en intensidad. Por tanto, la vida encuentra su ritmo entre lo íntimo y lo abierto.
Filosofía de diseño respetuoso
La arquitectura aquí no impone, acompaña a sus habitantes. Es contención sin encierro, es forma que invita a ser habitada y transformada. Cada material, cada textura, ha sido elegida con la humildad de quien sabe algo fundamental.
Lo más importante no es el objeto, sino la vida que lo recorre diariamente.
Reflexión Final sobre el Habitar
Habitar es, al final, una forma de amar profundamente. Amar el espacio que nos sostiene, las historias que se gestan dentro de muros que escuchan. También, amar la posibilidad de reinventarnos cada día. En un lugar que no solo es refugio, sino también espejo de nuestras aspiraciones y sueños más profundos.